La
industria del libro y editorial ha cambiado mucho en los últimos años
principalmente por los cambios sociales que se han producido en España entre
ellos se han visto muy afectados por los cambios legislativos que rigen la
enseñanza en nuestro país, por la crisis económica y los recortes que han
derivado de esta y el interés que la sociedad ha desarrollado por formatos
alternativos en cuanto a los libros.
En
relación con cursos escolares anteriores, desde el 2011-2012 se está
experimentando un descenso en la facturación de libros editoriales pero ¿Por
qué? Principalmente los motivos son:
-La
subida de precio de los libros de texto. En el curso 2013-2014 solo los libros
de bachillerato han acumulado una subida de precio a los incrementos de éste en
años anteriores.
-La
notable reducción de las ayudas sociales con becas que permiten la adquisición
de libros nuevos hecho que lleva a la reutilización de libros de texto de otros
alumnos del centro escolar.
-La
incertidumbre que las nuevas leyes educativas les plantean pues las editoriales
no saben cómo responder hacía las nuevas exigencias de leyes educativas
cambiantes, de las cuales además, se les proporciona poca información que es
necesaria, para desarrollar el material de los siguientes cursos.
-El
incremento de libros digitales en la educación. Aunque en años anteriores
generasen cierta incertidumbre en los padres y los alumnos, en el curso
presente se ha demostrado que son libros que cada vez están más valorados pues
mientras que la facturación de libros editados en papel en el 2012-2013
descendió un 7,4% los libros digitales ya suponen un 25% de los libros de
mercado, siendo además un formato muy aplaudido por las familias y los
receptores del producto pues les permite desarrollar capacidades que con un libro
de texto de papel no se pueden trabajar. La única pega que el sector de ANELE
encuentra a es que, mientras en el curso 2012-2013 los libros digitales que se
adquirieron (25% de la cantidad de libros adquiridos independientemente del
formato en el que se publiquen) eran comprados de forma reglada y legal. Por el
contrario en el curso académico presente se registran pérdidas en este sentido,
es decir, la descarga ilegal de los libros digitales supone un problema muy
grande para las editoriales y que en principio van a seguir produciéndose.
Las
editoriales además muestran una preocupación más por la implantación del
desarrollo de los libros digitales, pues dicen tener miedo a que los materiales
TIC se utilicen para abaratar costes al sistema educativo y no con un fin
estrictamente pedagógico.
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